MEFF

Oficinas. Interiorismo Corporativo
Vía Layetana, Barcelona
Promotor: Corporativo
Superficie: 400m2

Como contrapunto a una compañía casi virtual, dedicada a gestionar flujos de dinero electrónico y cuya presencia física en el mercado se reduce al parpadeo de cifras sobre una pantalla de control, W&B propone un espacio de trabajo de gran riqueza sensorial.

A diferencia de muchos diseñadores actuales, que construyen imitando un espacio cibernético, la propuesta apuesta por adecuar la informática a los espacios de trabajo para centrarlos en el usuario, trascendiendo de la realidad virtual y ofreciendo como contraste espacios ricos en experiencias sensoriales. Adecuar y humanizar los tipos de espacios, muebles y materiales al panorama de una oficina contemporánea, respondiendo a las necesidades específicas de cada empresa y sin reproducir de forma literal la estética de los ordenadores a la arquitectura es uno de los conceptos principales del proyecto.

Las pantallas e imágenes efímeras de la actividad de esta empresa se interpretan incorporando superficies pulidas y vidrios traslúcidos que provocan reflejos y transparencias ambiguas, en un juego de apariencias. El vestíbulo de la empresa cuenta con un panel de cristal donde se proyecta en tiempo real las fluctuaciones de los mercados financieros.

La moqueta, hecha a medida, que refleja la estructura del falso techo, el juego de sombras conseguido en los paneles acristalados con alma metálica y vidrios opacos, las texturas rugosas de los pilares de hormigón son ejemplo de este concepto. Pese a la importancia de la tecnología en el funcionamiento de esta empresa, sus interiores buscan una imagen apacible y doméstica, contrastando los materiales para crear una sensación de confort y empatía entre el espacio y los usuarios.

El uso de colores lila y amarillo limón en los muros micro-pigmentados crea una tensión visual entre ambos, dando la sensación de que los muros de cristal y metal entre ellos flotan y se mueven en el espacio.

Por su ubicación en un edificio de principios del SXX, con poca luz natural, se instalan vidrios traslúcidos como particiones para separar espacios y difuminar la luz, evitando los reflejos en las pantallas de ordenador. La tabiquería de vidrio con alma de tela metálica y de doble cámara con cristal securit opaco es un detalle a destacar.

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